El país de los recuerdos

A la memoria de mi padre

Creo, y lo digo de corazón, en un lugar custodiado por hadas y duendes donde se guardan los recuerdos. Se guardan en botellas de cristal de colores: azul como el mar, verde esmeralda o rojo atardecer. También las hay negras, para los recuerdos prohibidos, y blancas como las nubes de algodón.

Y lo digo porque lo creo, ¡qué digo!, lo digo porque estoy seguro, porque una vez estuve allí. Era una noche invierno, pero en ese lugar brillaba un sol que no llegaba a quemar. Tan bien se está en ese lugar, que el tiempo no quiere correr. Se está tan bien, que uno no quiere que corra el tiempo.

De pronto, algunas botellas comenzaron a romperse, mil pedacitos de cristales de colores chocaban contra el suelo repicando como diminutas campanillas. Una ninfa del bosque vino alborotada. Me dijo que se estaban perdiendo los recuerdos y que debía abandonar aquel lugar de inmediato.

Al salir hacia frio. Era una noche de invierno. Pero del siguiente invierno. Había pasado todo un año contemplado las botellas de cristal de colores. Mientras, cientos de rojos atardeceres, infinitos campos de color verde esmeralda y una blanca nube de algodón reflejada en el azul del mar se habían perdido. Me olvidé de vivirlos mientras sus pedacitos malogrados chocaban contra el suelo repicando como pequeños cascabeles.

Mario Jiménez

Rostros de Asia.

Son las personas las que definen los lugares. Son sus rostros, sus risas y sus lamentos lo que realmente caracteriza un país. Son sus miradas las que hace de un mismo mundo múltiples realidades.

Estas son algunas de las personas que con las que me he ido encontrando. Definen lo que he visto y vivido mucho mejor que cualquier templo, monumento o paisaje. Las fotografías han sido tomadas a la carrera, muchas veces dentro de un coche en marcha. Pero intentan recoger el momento, contar una historia, como la de aquella mujer en Filipinas que cuenta con preocupación las pocas monedas que le quedan, la pequeña muchacha que contemplaba el agua caer en Singapur, los alegres bailarines que no dejaban de reír cerca del templo del cielo en Pekín, o las dos niñas que posaron en Camboya regalándome la mejor de sus sonrisas.

Mario Jiménez

De “tapas” por Beijing.

El mercado nocturno de Wangfujing en Pekín, es realmente uno de esos lugares que no se olvidan. Es Asia en estado puro.
Mientras preparo un post sobre Pekin, ( tengo otros mucho atrasados primero) cuelgo algunas fotos de algunos aperitivos que nos podemos encontrar en pleno corazón de la capital China. Sobran las palabras…



Bon Appétit!!!

Mario Jiménez

Fotografías V

Mientras Marisa se decide a escribir un post sobre cómo se “celebra” Halloween aquí en Filipinas, voy a colgar una nueva remesa de Fotografías. Es curioso cómo ha ido cambiando mi idea de la fotografía. Al principio, cuando andaba con las cámaras compactas, solo me dedicaba a tirar fotos y punto. Luego comencé con las cámaras réflex o DSLR. Poco a poco se fue convirtiendo en una afición más seria, me pasaba horas (aunque no se note en la calidad de mis fotos…) leyendo sobre aperturas, distancias hiperfocales, reglas de composición, HDR y un larguísimo etc. . Con el tiempo me fui dando cuenta de que estaba más y más encorsetado por la técnica y me estaba olvidando de lo importante: divertirme haciendo fotos. Desde luego quiero seguir aprendiendo y mejorando, pero no olvidándome de lo fundamental, mostrar como veo el mundo y como estoy viviendo esta experiencia en el sudeste asiático.

De hecho, hoy se me ha ocurrido una idea, ir tirando fotos en el camino al trabajo, dentro del coche, sin pararme. No las retocaré con Photoshop, como mucho un pequeño procesado en RAW. Nada más. Seguro que la calidad deja mucho que desear, pero ganarán en frescura, y podré mostrar todas aquellas cosas que de otra manera sería imposible. Esta mañana ya he empezado. Veremos que sale.

Por cierto, si alguien está interesado en viajes y fotografía os recomiendo el blog de Ignacio Izquierdo “Crónicas de una cámara” (el enlace está a la derecha, en mis blogs favoritos). Ignacio Izquierdo se ha pasado 553 días dando, literalmente, la vuelta al mundo. Es un magnifico blog cargado de fotografías simplemente maravillosas.

Mario Jiménez