El rincón de Diego

Lilypie - Personal pictureLilypie Third Birthday tickers

viernes, 24 de julio de 2009

Un mundo, multiples realidades




.
Los seres humanos tendemos a extrapolar, lo que conocemos, creemos conocer, pesamos e imaginamos dando por hecho que es universal y por tanto valido a todas las partes del mundo. Basta viajar con la mente más abierta que los propios ojos para darse cuenta que solemos mirar el mundo por una estrecha cerradura.
Pero hay que viajar de verdad, olvidarse de circuitos con guías donde nos enclaustramos en los hoteles de lujo y nos preocupamos más en comprar recuerdos que en mirar a nuestro alrededor. Hay que perder el miedo a perderse. Bueno el miedo no, el miedo es sabio compañero de viaje. Sin el miedo el hombre no habría llegado hasta aquí, se lo habría comido el primer “león” en la selva. Entonces, al menos busquemos la osadía para perdernos. De lo oscuro a lo más oscuro decía en su blog el propio Sánchez Dragó.
Venir a vivir a Filipinas es ante todo una experiencia vital. Una oportunidad de ver cuán equivocados podían ser nuestros planteamientos e hipótesis iníciales. Sin lugar a dudas Filipinas en un país que muestra una realidad muy dura. Han intentado enmascararlo construyendo altos rascacielos dignos del propio Manhattan o los centros comerciales y hoteles más lujosos que se pueden imaginar desde nuestra realidad occidental. Solo hay que darse una vuelta por hoteles como Makati Shangri-La o Península (donde se puede ver los agujeros de balas dejados por los militares en el intento de golpe de estado) para comprender que los conceptos de lujo y servicio son orientales. Sin embargo, a poco que salgas de Makati, centro financiero de la ciudad, te encuentras con otra realidad de un mismo mundo. Casas a duras penas reconstruidas a las orillas de los ríos, padres que miran al cielo esperando que la temporada de lluvias no traiga más desgracias que las que ya asumen como normales, niños que corretean semidesnudos de un lado a otro de la calle siempre riendo, a pesar de todo. Bueno siempre no.
Como cada día en mi camino al trabajo, hoy he pasado por un estrecho puente que se encuentra en mitad del camino. Es tan estrecho que no caben dos coches. La mayoría de las veces hay que pararse un rato para dejar pasar a los otros vehículos , incluidos unos carros tirados por una especia de bueyes blancos enormes, que vienen en dirección contraria. El paisaje que rodea el puente es de lo más gratificante de las innumerables horas que paso atrapado en los interminables atascos. Selva frondosa a un lado del puente, al otro los cultivos de maíz con varios espantapájaros velando taciturnos . Si seguimos el rio hasta casi donde se pierde la vista podemos descubrir una catarata cuya leve melodía se funde con el parpar de unos patos que se venden por cientos en una granja cercana. Pero este paisaje es siempre eclipsado por dos niñas que esperan pacientemente a ambos lados del puente. La mayor tendrá unos 8 o 10 años. La pequeña no creo que supere los 5. Siempre las encuentro allí, llueva, truene o haga un calor asfixiante. La mayor siempre muestra una mirada perdida. La pequeña, a pocos metros, juega a hacer las veces de policía de tráfico.
Hoy la niña mayor no tenía la mirada perdida, la tenia acristalada, vidriosa y desconsolada. Lloraba, mientras la pequeña la contemplaba. Hoy no era día para juegos. Por primera vez miré con más detalle y me di cuenta que la mayor sostenía una vaso de cartón. No estaban allí jugando o haciendo tiempo para ir al colegio, no esperaban a nada ni a nadie. Estaban, simplemente, pidiendo algo de dinero. En medio de la selva, en un puente perdido de camino a Cavite, donde los coches paran solo unos segundos y casi nadie mira, dos niñas vestidas de un blanco impoluto viven una realidad que, por solo el hecho de haber nacido en una parte del mundo, les ha negado hasta el derecho a ser niñas.
Mario Jimenez

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho tu relato. La verdad es que escribes muy bien, te animo a que sigas haciéndolo y así los de este lado del mundo vamos conociendo esas multiples caras de la realidad como bien comentas.
    No estaría mal que reforzarais el blog con alguna fotito.
    Un abrazo a los dod, bueno a los tres.

    ResponderEliminar

Se admiten y se aprecian vuestros comentarios!!