El rincón de Diego

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jueves, 25 de marzo de 2010

Medios de transporte


Moverse por Manila no es cosa fácil: una población de más de 11 millones de personas que viven en las  calles que conforman el dédalo del área metropolitana, unos atascos cuasi perennes y una forma de conducir muy distinta a la estamos acostumbrados los que somos peregrinos de tierra extraña, hacen de los desplazamientos en la capital tagala una épica odisea.


Empecemos por las infraestructuras. Hay de todo, desde caminos de tierra, carreteras comarcales que se pierden por la densa selva, hasta autovías de peaje. Está claro que no son las mejores carreteras del mundo, pero sí, por ejemplo, son mucho mejores que en Sri Lanka. Además, las infraestructuras van mejorando poco a poco.



El parque automovilístico es de lo más variopinto. Nos encontramos desde coches de fabricación casera, utilitarios, todo terreno y monovolúmenes hasta un gran número de motocicletas de pequeña cilindrada. Los coches son sobre todo de marcas asiáticas: Toyota, Nissan, Honda y Hyundai abarrotan las carreteras de Manila. También es fácil ver coches de la marca Ford. En cuanto a las marcas europeas, sólo están presentes en la gama alta. Dependiendo en qué áreas de la ciudad nos movamos – urbanizaciones de lujo principalmente- no es difícil encontrar Mercedes, BMW, Audi, Volvo, Porche o incluso Ferrari. Hay que destacar que este tipo de coches denominados de lujo, son cargados con un impuesto del 100% del valor del coche. También me llamó mucho la atención el gran número de WV Beetle antiguos que circulan por la ciudad. Por cierto, el carnet de conducir filipino se puede convalidar en España y viceversa. Esto también es válido para el carnet de motos, que aquí es especialmente fácil de conseguir, basta con ir a tráfico y pagar. Como yo todavía no tengo el carnet de moto, y tengo una deuda pendiente de saldar con mi amigo Fran, quizás sea esta una buena oportunidad de volver a España con el carnet en la cartera. Eso sí, luego tendré que dar clases allí…



El transporte público es un mundo aparte. Tenemos desde autobuses con más años en sus desgastadas ruedas de lo que mi imaginación se atreve a sospechar, pasando por autocares que recorren la isla de punta a punta, hasta una gran variedad de taxis. Algunos de estos taxis literalmente se caen a cachos, lo cual me hace suponer que aquí no hay ITV ni nada que se le parezca. Otros, en cambio, son muy nuevos y cuidados. Los mejores taxis se suelen encontrar esperando pacientemente en el aeropuerto. Un consejo, siempre que cojamos un taxi en Filipinas es conveniente cerrar el precio de antemano y preguntar si tienen cambio. Así nos ahorraremos sorpresa como cuando Marisa fue a pagar con 1000 pesos una trayecto de 100, el taxista le dijo que no tenía cambio y que se tendría que quedar con los 1000. Cuando el guardia de seguridad del hotel al que iba Marisa se acercó escopeta en mano, milagrosamente el taxista encontró el cambio. Pero vamos, esto no es algo que no pase en España, donde algunos taxistas piensan que trayecto “en espiral” es mucho mejor y más interesante que el de la línea recta.

Hay otro tipo de “taxis” que no puedo dejar de mencionar. Son unas motos con un sidecar completamente artesanal denominados triciclos. Están por todas parte y por poco más de 20 pesos nos llevan donde les pidamos, siempre que estemos dispuestos a no poner demasiadas pegas a la comodidad del vehiculo.



En Filipinas no hay metro, aunque aquel anuncio de un pequeño pueblo perdido en mitad de la selva, que construía un metro a semejanza del de Madrid, fue grabado en Filipinas. De hecho, el pueblo se encuentra en Mindanao y efectivamente se llama Madrid. Hay una especie de línea de cercanías, eso sí, que recorre el centro de la ciudad con una razonable eficiencia.

Pero mención aparte merecen los Jeepneys. Son vehículos que podemos encontrar exclusivamente en Filipinas. Estos vehículos son una especie de… pues no encuentro nada con que compararlo. Son de construcción casera y artesanal, y están “inspirados” en los jeeps americanos, aunque son más altos y alargados que estos. Estos vehículos son utilizados como transporte público. Los pasajeros, 8 ó 10 como máximo, se montan en la parte de atrás y golpean el techo cuando quieren bajarse. Los jeepneys son decorados por sus propietarios compitiendo en originalidad unos y osadía otros. Es la peculiar interpretación filipinas del ”Tuning”. Indudablemente dan un colorido especial a las carreteras filipinas.



Por supuesto, ademas de estos medios de trasporte que recorren el frio asfalto, hay otros mucho mas agradables y placenteros...




PD. Justo mientras escribía este post he sentido el primer terremoto de mi vida. Según las noticias ha sido de intensidad 6,2 teniendo su epicentro a 135 km del suroeste de Manila, pero se ha sentido hasta en Makati. Mi sensación ha sido como si la silla estuviera rota y “bailara”. Luego pensé que me había mareado, hasta que me llamó Marisa para decirme lo que había ocurrido realmente.

Mario Jiménez

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