El rincón de Diego

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martes, 19 de abril de 2011

El puente


El puente sigue allí, con sus árboles a los lados, con su rio que le cruza. El puente sigue allí. Pero las niñas del puente ya no están. Esas que regulaban el escaso tráfico, esas que reían casi siempre y a veces lloraban. Esas, ya no están.

El viejo puesto militar ya no está vacío. Las risas se han cambiado por miradas desafiantes y armas de guerra. ¿De verdad se necesitan soldados con rifles de asalto para hacer lo que antes hacían dos niñas pequeñas?

Sé que el mundo es así. Lo que no me creo es que no pueda ser de otra manera.

Mario Jiménez

jueves, 14 de abril de 2011

Cuando te gusta viajar

Cuando te gusta viajar, a no ser que te llames Mario y estés casado con Marisa, hay un momento previo en el que tienes que poner mucho cuidado ,o la lías.

Me refiero a la ORGANIZACIÓN DEL VIAJE, el momento en el que decides cómo te desplazas desde el punto A al B y dónde vas a dormir en B. Además cuando viajas con un bebe la importancia de la organización crece exponencialmente.

A estas alturas alguien debería darme un título de organizadora de viajes o algo así. A veces todo ha salido perfecto, otras no tanto, y alguna ha acabado como el Rosario de la Aurora.

Algunas han sido fallos míos, la más gorda la de China, un vuelo que salía a medianoche y no me di cuenta de que claro, había que estar allí el día antes, y perdimos el vuelo.

Otras han tenido que ver con la compañía con la que decides volar o el hotel donde decides alojarte. A veces pagas más pensando que vas a obtener un servicio mejor. Y a veces  es verdad, otras no. En ese sentido a menudo no tienes mucha elección, como por ejemplo los vuelos domésticos, la compañía tiene que ser Cebú Pacific o Philippine Airlines, la primera de ‘bajo coste‘.



www.cebupacific.com



Pues con ellos nos ha pasado de todo. Pagas un extra por tener un asiento más ancho, porque viajas con un niño en tu regazo. Llegas al avión y la señorita azafata te dice que nanay, que te vayas a uno de los estrechos porque los anchos son salidas de emergencia y ahí no te puedes sentar con el bebe. -‘lo entiendo señorita, entonces devuélvanme ustedes el dinero extra que he pagado por este asiento‘-‘no‘-.



O sea que no pagas un extra y decides que sean ellos los que te sienten. A Hong Kong, a pesar de no ser vuelo domestico decidimos ir con ellos, son baratos. Craso error. A la vuelta vamos a facturar y la chica del aeropuerto nos dice que además del pasaporte necesitamos VISA para entrar en Filipinas. Ojiplática me quedé.

‘Señorita, mire usted que las visas están estampadas en el pasaporte‘. Nos responde que eso no sirve. ‘Que llevamos casi dos años y medio viviendo allí‘ dije yo. Me mira con la cara con la que mirarías a alguien que intentase pagarte con un billete de 13 euros. Me empiezo a poner muy nerviosa. Dice que lo va a consultar. Miro su placa. Lo empiezo a comprender. ‘Fulanita de Tal. Trainee‘. Bueeeno todos hemos empezado alguna vez, nadie nace sabiendo. Viene diciendo que ok. Tardamos 15 minutos en explicarle que el carrito se desmonta en 2 piezas y hay que poner dos pegatinas. La gente de la cola bufa. Emite los billetes mal, nos da el de otra persona. Miradas asesinas por todos lados. Al final nos ha llevado casi tres cuartos de hora. Corriendo para el avión. Nos sentamos. Nuestro asiento esta, justito justito en la fila más estrecha del avión. Vaya con mi amiga que ojo y que mala leche ha tenido al darnos los asientos. Viene alguien de la compañía. Y pregunta; QUE DONDE ESTA NUESTRA MALETA. Mario la mira con cara de pánico. ‘Pues... en el avión. Espero‘. La chica nos mira con desdén. ‘¿Saben, al menos, el nombre de la persona del mostrador que les atendió?...‘ ‘¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!‘Me oyó todo el avión gritar. ‘¡¡¡FULANITA DE TAAAAAAAAAAAAAAL!!!‘ La expresión atónita de Mario me compensó por la cara que me puso cuando perdinos  el avión en Beijing.
Tras un retraso de media hora -para mí que andaban buscando nuestra maleta- el avión salió, y milagrosamente al llegar a Manila allí estaba mi Tumi querida.


Ahora tenemos planeado ir a Tailandia la semana que viene. MI VIAJE. Mario me prometió tiempo atrás que iba a haber un viaje solo para relajarme al sol y bañarme en la playa. Vamos a visitar templos en Bangkok pero también a Phuket a relajarnos.


Mario decidió ‘tirar la casa por la ventana‘y ya que era mi viaje hacerlo a lo grande. Nada de bajo coste y hoteles en promoción, la (supuestamente) mejor aerolínea y los mejores hoteles.

Toda feliz, me siento con mi ordenador y empiezo a planear el viaje que llevaba años esperando. Como una Luna de Miel pero con Diego.

Me voy a la web de Thai Airlines, mira que bien, me dejan elegir hasta el menú. Qué diferencia, hay que ver...




Le doy a pagar. ERROR. Malo, malo malo. Bueno, eso es una señal. Voy a reservar con Philippine Airlines que es más barato y tampoco pasa nada. ‘Lo sentimos, su transacción ha sido denegada‘. Si es que... anda venga llamo a los de Cebú Pacific, total con lo que nos ahorramos tenemos para un par de tours. ‘Señora lo siento pero la transacción ha sido denegada por su banco‘.

Llamo a Mario un poco nerviosa. ‘Llevo casi tres horas intentando reservar el vuelo, y se te ha olvidado meter el dinero‘. ‘No, no se me ha olvidado. Voy a mirar. Oye, que si que has comprado el billete, esta mañana con Thai Airways. Menos mal que no metí mas dinero porque si no compras dos billetes. Ten más cuidado.‘

Miro mi correo... no, no hay confirmación de nada. Llamo a la compañía... ‘no señora, no hay reserva‘. Yo ya al borde del parraque. Me piden una muestra de lo que les digo, se la mando, número de transacción y de autorización, nada de nada, se desentienden. ‘Pero si esto es una de las mejores aerolíneas del mundo...‘ Yo probaba con todo, les suplicaba, les gritaba... nada. Que vaya comprando otro billete mientras miran a ver qué ha pasado. Que es que estos días en Bangkok están de fiesta, la Fiesta del Agua. Muy bien pero la persona que decidió coger el dinero de mi cuenta no estaba de fiesta...

La chica de la oficina en Makati borde, borde, borde. Llamamos a Bangkok, casi no hablan inglés, pero nos dicen que sí, que nos mandan un mail como que nos devuelven el dinero. Recibimos un mail de la encargada de la oficina de Makati diciendo que no tenemos reserva. Respondo, con la mayor educación posible, que eso ya lo sé, que lo único que quiero a estas alturas es que me pongan por escrito que como no tenemos reserva nos van a devolver el dinero, ya no inmediatamente, sino que nos lo van a devolver. Tarda 6h y dos llamadas mías en contestar que COMO ME HABIA DICHO ANTES iban a devolver el dinero.

Yo ya dando por hecho que había que cancelar los hoteles, que tocaba quedarse en casa, con la suerte que tengo... pero Mario dice que no, que no me preocupe, que mete más dinero y compre otro billete. Miro en la web de Thai, con más miedo que vergüenza, y si, un par de días después sigue habiendo billetes. un 150% más caros. Pero es que encima para comprar el billete de Diego no lo puedes hacer por internet, sino que te tienes que ir hasta Makati, para que te lo venda mi amiga la simpática. Teniendo en cuenta que la tarjeta está a nombre de Mario, que esta trabajando, y que el fin de semana la oficina cierra...

Paso, a ver si tienen los de Philippine Airlines. Tienen. Dos plazas. Mucho mas caras que hace dos días también. Pruebo. SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. Tenemos billetes. Increíble.



www.philippineairlines.com



Por supuesto seguimos esperando a que Thai decida devolvernos nuestro dinero. Cuidadito con algunas compras, que los bancos se lavan las manos y te comes tú el problema.


sábado, 9 de abril de 2011

Boracay. El paraíso encontrado






Filipinas está formado por m'as de 7000 islas. Manila está situada en Luzón, la isla principal. Está es quizás la parte menos atractiva de Filipinas. Sin embargo, cuando nos desplazamos a cualquiera de sus otras islas empezamos a descubrir la verdadera belleza de este país.
Boracay es una isla paradisíaca situada a unos 315 Km de Manila. Es sin duda uno de los principales destinos turísticos de Filipinas, se puede decir que es como la Ibiza de este país. Fiesta toda la noche, surf, buceo… Una maravilla.
Nosotros no íbamos buscando la fiesta, así que decidimos ir al Hotel Shangri-la de Boracay.  Este hotel está mas alejado y escondido del resto de la isla. Con sus dos playas privadas y una localización inmejorable, este lugar es de verdad un paraíso en la tierra.







Arenas blancas y finas, unas aguas cristalinas que siempre nos dejan ver el fondo del mar y sus numerosos habitantes. Cuando la noche va cayendo se puede escuchar ese ruido tan característico de la selva, es entonces cuando podemos ver bandadas de zorros voladores surcando los cielos de Boracay. Los zorros voladores son una especie de murciélagos gigantes que pueden alcanzar los 150 – 180 cm de envergadura. Afortunadamente solo comen frutas. Son típicos de está zona de Asia, de hecho no era la primera vez que nos encontrábamos con ellos, ya tuvimos oportunidad de verlos y oírlos – el sonido de su aleteo al volar es impresionante- en Sri Lanka, Maldivas y Camboya.



Para llegar a este paraíso hay que coger un avión desde Manilla. Nuevamente decidimos volar con Cebú Pacific. La verdad es que tampoco hay muchas mas opciones. Los vuelos locales están restringidos a los operadores extranjeros, así para desplazarnos de isla en isla solo podemos volar con compañías locales. En este vuelo nos pasó algo bastante gracioso. El aire acondicionado parecía estar averiado. Por encima de la ventanillas empezó a salir una gran cantidad de humo blanco, quiero decir mucho más de lo habitual. Al principio salía más o menos por todo el avión, lo que ocasionó las quejas de los pasajeros. Pero después el humo blanco quedo localizado exclusivamente en un asiento. La mujer que ocupaba ese asiento permanecía impertérrita mientras se iba perdiendo, literalmente, entre la espesa niebla. Y así, desaparecida, estuvo la buena mujer gran parte del viaje. Mientras, la gran mayoría de los pasajeros y azafatas se morían de la risa. Tengo que reconocer que a mi también se me escapó alguna sonrisilla.
Y por fin llegamos a Boracay. Allí nos esperaban para llevarnos en barco privado a nuestro hotel. La verdad es que la recepción fue perfecta.  A las pocas horas ya estábamos bañándonos en una playa completamente desierta.  Las playas de Boracay desde luego no tiene nada que envidiar a las de Maldivas o Bahamas por ejemplo. Mas bien al contrario. Pero además, si nos cansamos de tanta playa paradisíaca, el hotel tiene una de esas piscinas infinitas con Jacuzzis  en cada esquina. Incluso el último día pudimos reservar ( lo que básicamente es llegar el primero) una especia de cabaña con piscina y un jacuzzi privado.










¿Es todo tan perfecto? Pues la verdad es que no. El servicio del hotel en muchas ocasiones dejó mucho que desear. El primer problema lo tuvimos con el médico del hotel. Diego se arranco un trocito de uña y sangraba un poco, nada cuatro gotas. Así que nos acercamos al medico, este le corto la uña, le puso betadine y una tirita. La sorpresa vino cuando nos quiso cobrar 3000 pesos, unos 50 euros, por 30 segundos de trabajo. En cuanto le dijimos que lo pagamos sin problema pero que íbamos a hablar con el director a ver si esos eran los precios normales, el médico salió corriendo detrás de nosotros diciendo que no nos preocupáramos, que no nos cobraba nada.
A la mañana siguiente decidimos bajar al pueblo a comprar papilla para Diego. Hay un servicio de mini buses que te lleva en diez minutos. Además, el autobús para justo en la puerta de un supermercado, con lo cual le dije al conductor que esperase dos minutos, y regresábamos al hotel con él. Pues se negó en rotundo. Y de verdad que eran dos minutos. Supuestamente a la hora tenían que pasar a recogernos, pero tardaron casi tres horas. Y allí estábamos nosotros, con un calor de justicia y un bebé de pocos meses. Se podrá decir que, bueno, es lo típico en estas tierras, que hay que aceptarlo y no estresarse… Sí, de acuerdo, pero es lo que dice Marisa, no puedes dar ese tipo de servicio pero pretender cobrar más caro que el Four Season de Nueva York. Esto es principalmente lo que creo que está impidiendo que Filipinas se convierta en un destino turístico de primer nivel.
Aún así, no hay mal que por bien no venga. Encontramos un bar llamada “The Hobbit house bar”. Un bar donde los camareros ( que son todos enanos, por cierto) ponen una cerveza buenísima. 

Mario Jiménez.




domingo, 3 de abril de 2011

Singapur. La ciudad perfecta




Una ciudad donde todo funciona, donde todo es como debe ser porque no puede ser de otra manera. Una de las ciudades más seguras del mundo, una ciudad cuyo único defecto es que es… perfecta.  Y esa perfección la lleva a ser irreal, casi artificial.

Singapur es una ciudad estado situada en la península de Malasia, es el segundo país con mayor densidad de población del mundo, después de Mónaco. En Singapur además conviven en perfecta armonía Chinos, Malayos e Hindúes. Las diferentes creencias y formas de ver la vida no han sido obstáculo para convertir a Singapur en el cuarto centro financiero mas importante del mundo y uno de los países mas ricos en función del PIB. Basta con decir que Singapur cuenta con el puerto marrítimo que maneja mayor volumen de carga del mundo.



Sinceramente, creo que Singapur debe ser uno de los mejores sitios para vivir como expatriado. Pasear por Orchand Road, la mayor calle comercial de Singapur, es como hacerlo por la calle Goya de Madrid o por Oxford street en Londres. Realmente no parece que estemos en Asía. Fue allí precisamente donde nos pasamos el primer día. Después de un año usando mi canon 450d, convencí a Marisa para comprar la canon 7D que tan buenos ratos me está haciendo pasar. Pero claro, no era como para comprarlo en la primera tienda. Así que nos pasamos  5 horas de tienda en tienda, preguntando, regateando, volviendo a preguntar… para, al final, volver a la primera tienda donde había preguntado y el precio era más barato. Eso sí, las tiendas y los centros comerciales de la zona nos los conocemos al dedillo.

Si queremos conocer el lado mas oriental de Singapur debemos perdernos por el barrio Chino e Hindú.  Fuimos a visitar el barrio Chino por la noche, cuando todas su luces están encendidas y el bullicio de la gente anima las calles. El barrio Chino de Singapur es parecido al de cualquier otra ciudad del mundo, con tiendas y restaurantes, farolillos rojos y puestos donde hay que regatear con los vendedores casi por obligación.  Como en cualquier otra ciudad, solo que mucho mas limpio y organizado. Es todo tan perfecto que a veces no parece que estés en un barrio chino.Irónicamente ese es el mayor defecto de Singapur. Aún así caímos en la tentación de cómprale a Diego un traje chino muy apropiado para las circunstancias.





Al visitar al barrio Hindú parece como si cambiáramos de país.  El aroma de los inciensos se va mezclando mientras nos adentramos por sus coloridas calles. Distintos templos van apareciendo en nuestro camino, aunque curiosamente el templo Hindú mas grande de Singapur se encuentra en el barrio Chino. Paramos en muchas tienda preguntando por las típicas figuras de bronce de la deidades hindúes que tanto me gusta. Finalmente no compramos ninguna, y menos mal que no lo hicimos, pues en Camboya encontramos las mis piezas pero 10 veces mas barato.  Pasear por el barrio Hindú es sumamente agradable, y por supuesto en ningún momento tuvimos sensación de peligro. A estas alturas, y después de dos años y medio viviendo en Asia puedo asegurar que en líneas generales las ciudades asiáticas son mucho mas seguras que las europeas o americanas.





La visita a Marina Bay, donde se encuentra el famoso “león – sirena” , símbolo de la ciudad, es obligatoria. Desde allí podemos contemplar las mejores vistas del distrito financiero. Un paseo en barco cuando ya ha caído la noche y los rascacielos se han iluminado es una experiencia que no hay que perderse en Singapur. Además, en Marina Bay se encuentra el famoso hotel casino Marina Bay Sands, uno de los hoteles más caros del mundo y en un símbolo distintivo de la ciudad de Singapur. Esta constituido sobre 3 torres de unos 200 metros de altura sobre la que se asienta una plataforma en forma de barco. Esta plataforma en forma de barco es el último piso del hotel, y se denomina Skypark Arena. Es ahí donde se encuentra la famosa piscina que parece está construida en el cielo… Las vistas deben ser espectaculares. Digo deben ser, pues cobran 50 euros por persona solo por subir a verlo, así que decidimos no entrar… Una excusa para volver como otra cualquiera. Aún así desde la bahía se pueden sacar fotos estupendas del los rascacielos iluminados. Y esa era mi intención, sin embargo cuando empezaba a sacar el trípode con la idea de aprovechar mi cámara nueva, escuche en mi espalda un “¿te queda mucho?" que me confirmaba que mi sesión de fotografía iba a durar menos de lo deseado.









Para moverse por la ciudad, lo mejor es coger el metro, limpio y puntual como el de Tokio, pero mas moderno. También se puede coger un taxi sin problemas, son baratos y rápidos, además en muchos de ellos se pude pagar con tarjeta de crédito.
En cuanto a los hoteles, la verdad es que Singapur no es nada barato. Aún así Marisa se las apaño para conseguir una buena oferta en el Orchard Hotel, un maravilloso hotel situado en Orchand Road. Sin embargo, solo pudimos estar allí los primeros dias, luego el hotel estaba completo por una convención. Así que nos tuvimos que mudar al hotel mas surrealista de toda mi vida. El hotel en cuestión se llama Me!. Lo curioso es que no salió mas barato que el primero, aunque estaba mucho mas lejos del centro de la ciudad. Era un hotel musulmán. Hasta entonces no sabía que hubiera hoteles musulmanes, al igual que no me consta que los haya católicos o budistas. Un hotel es un hotel ¿no?. Pues no. Desde luego este hotel no es como me habría imaginado un hotel musulmán. Te dabas cuenta porque había muchos musulmanes y porque no servía cerdo, pero la decoración… Cada planta estaba dedicada a un personaje famoso. Nosotros estábamos en la de Elvis Presley. Así que toda la planta estaba pintada en verde chillón con la silueta del “rey” por todas partes, digno de ver. La habitaciones eran minúsculas, tanto es así que ni siquiera cabía la cuna del niño. En definitiva, junto con otro hotel en Miami de cuyo nombre no quiero acordarme, el peor hotel donde hemos estado. No lo recomiendo.
Resumiendo Singapur es uno de los países más limpios, seguros y ricos del mundo. ¿ Realmente es todo tan perfecto?. Bueno, dicen que para saber como es una ciudad hay que observar como trata a sus niños, a sus ancianos y a sus animales. Ancianos vimos pocos, perros ninguno. En cuanto a niños, la verdad es que  tuvimos algunos problemas al viajar con Diego. Ningún autobús nos paraba al vernos con el carrito del niño ( que se pliega y no ocupa mucho espacio). Pero es que además mucho taxis tampoco paraban. Así que al final Marisa y Diego se escondían mientras que yo paraba el taxí, una vez yo ponía un pie dentro ellos aparecían de la nada para hacerse fuertes en los asientos traseros… En realidad ninguna ciudad es perfecta.



Mario Jiménez.