Sí, ya lo sé, comprar imitaciones está muy mal. Un verdadero pecado capital. La piratería hay que perseguirla ¡al abordaje! Que conste que yo, jamás de los jamases, he comprado estos productos diabólicos y nunca me he descargado música. Esto lo digo por si alguien de la SGAE me leyera. Como esta gente tiene el don de la ubicuidad seguro que puede pasar, lo cual tampoco estaría tan mal. Al menos tendría la certeza de que alguien me lee. Qué coñ*! Reivindico el derecho de Ramoncín a seguir viviendo del cuento. Además, este hombre y yo tenemos algo en común: nadie lee lo que yo escribo en este blog y ni Dios escucha sus discos.
Pero ya me estoy enrollando. Es curioso como siempre tengo pensado escribir sobre algún tema y acabo hablando de otro distinto. Por cierto! Pido perdón por el post de ayer. Según Marisa fue demasiado “técnico”. Es decir, que fue un coñazo. Ya me he perdido otra vez!
El caso es que las cosas de la piratería son distintas en Filipinas. Aquí perseguirse lo que se dice perseguirse…. Más bien construyen centros comerciales que parecen parques temáticos del mundo de las imitaciones. “This is not a fake sir, this is a replica sir!. Ah bueno, en ese caso….. Mención especial merece el centro comercial “Green Hills”. Miles de metros cuadrados dedicados a las “réplicas”. Está muy bien organizado eso sí, tenemos sección de bolsos, relojería, Zapatería, teléfonos móviles, perfumería, material deportivo ( tengo echado el ojo a unas Nike Jordan para mi cuñado impresionantes). Sin embargo lo que más me llama la atención es el tema del textil. Muchas marcas tienen sus fábricas en Filipinas o alrededores. Los productos de estas marcas no son anunciados como réplicas si no como “ overruns” ( excedentes). No sé si serán “excedentes” o imitaciones, lo que sí que puedo asegurar es que la calidad y la apariencia son totalmente idénticas a los originales.
Como es de imaginar en este tipo de sitios, el regateo toma otra dimensión. Y como también es de suponer, si eres extranjero el precio se multiplica varias veces. Esto nos ha llevado a tener curiosas conversaciones:
- Cuánto cuesta esta imitación de teléfono Vertu?
- No es un a imitación es un réplica sir…..
- Que sí venga, que vale, que cuenta cuesta la “réplica”
- 30.000 Pesos, sir
- 30.000? Pero si dos puesto más abajo me han pedido 10.000 ( mentira cochina)
- Ah , entonces cuesta 10.000, sir
- Pero si me acabas de pedir el triple
- Ya, pero eso era antes, sir
- Ah… ahora me pides menos porque nos hemos hecho amigos, verdad?
- Eso es, sir.
Otro ejemplo:
- Cuánto cuesta esta imitación de vestido Pucci?
- Es una réplica , sir
- Que síiiiiiii
- 3500 peso, sir
- Pero si tu compañero me acaba de pedir 3000! ( esta vez es verdad, los dos trabajan en la misma tienda y están uno al lado del otro escuchando la conversación)
- Es verdad, sir
- Pero, entonces debería cómpraselo a tu compañero….
- Sí, eso es lo que debería hacer, sir.
Claro, que no todo lo que se vende es tan bonito. Llama la atención unos monederos hechos con piel de sapo. Como dice Marisa, ahorras solo por no sacar el monedero. En fin…….
Mario Jimenez
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