El rincón de Diego

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jueves, 4 de febrero de 2010

MELANCOLÍA


Def. “Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada”. Diccionario de la Lengua Española.


El estar lejos de casa dispara un enjambre de sentimientos, aumentándolos y magnificándolos. Ya he pasado la barrera del año en estas tierras extrañas. Mi vida ha cambiado completamente desde entonces. En realidad lleva cambiando sin descanso desde hace muchos años. Recuerdo una conversación que tuve, hace ya algún tiempo, sobre este tema con mi amigo Ricardo, “En el fondo eres un afortunado por vivir de esa manera. A nuestra edad, la mayor emoción de muchas personas es ir a comprar al centro comercial los sábados”.

La añoranza del hogar es algo muy común que nos pone a prueba en todo proceso de expatriación. La fuerza de este sentimiento es algo que debería ser tomado muy en cuenta antes de decidir si aceptar un trabajo lejos de casa. Sé, y ya lo he mencionado en muchas otras ocasiones, que ni puedo ni debo quejarme de mi situación en Filipinas. Sin embargo, me vienen a la memoria las palabras de Homero: “Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta”.

Desde hace tiempo experimento una sensación rara, es como si la realidad se hubiera dividido en dos. Por un lado, la vida de todos los que dejamos en España sigue su curso normal, ajenos a nuestra ausencia. Por otro lado está nuestras día a día, desconocedor en gran medida de lo que sucede a tantos kilómetros de distancia. ¿Qué nos esperará a la vuelta?, ¿Seremos extranjeros en nuestro propio país?, ¿extraños entre nuestros seres queridos?, ¿Habrá regreso? Si hay algo que creo con seguridad es que la distancia es el olvido, y no hay mayor distancia que el cruel, mortal e injusto olvido.



En una reciente carta, mi amigo Pedro me decía que notaba este blog impregnado de una fuerte Nostalgia. A su vez, me daba otro de sus sabios consejos: “Disfruta del presente, pues estos momentos serán los que produzcan nostalgia en el futuro” Cuánta razón.

Tristeza vaga, sosegada y permanente……. La verdad es que es más cíclica que permanente. Gracias a Dios, porque de sosegada tampoco tiene mucho. Pero lo cierto es que suele regresar, como un otoño, asilado en esta fría primavera oriental. La melancolía es el placer por estar triste, decía Víctor Hugo. ¿Placer?, no estoy tan seguro. Un dulce y tentador dolor, un agrio beso en el mar, una canción de cuna que nos da desvelo. Una fabula encantada que se enreda entre las arenas del tiempo. Una mentira, delirio la cruda verdad.

Quizás otro viaje ayude a seguir enmarcando días de lluvia, a quitarle los puntos a las íes y a teñir el dolor con un rojo atardecer. Marisa ya prepara otra aventura, tal vez el alma necesita un respiro en el templo de Angkor ,y el cuerpo un total abandono en las playas del Nido.

“No hay melancolía sin memoria ni memoria sin melancolía”

Marcel Proust.



Mario Jiménez.



1 comentario:

  1. Buenas tardes,

    Quisiera disculparme, pero no he encontrado otra manera de contactarte que a través de los comentarios.

    Me pongo en contacto contigo para invitarte a conocer Paperblog, http://es.paperblog.com, un sevicio de difusión cuya misión consiste en identificar y dar a conocer los mejores artículos de los blogs inscritos. El tuyo se adapta a nuestros criterios de calidad y creo que tus artículos resultarían muy interesantes a los lectores de la temática Viajes.

    Espero que encuentres el concepto interesante y te motive. Mientras, no dudes en escribirme para conocer más detalles.

    Atentamente,

    Natalia

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